domingo, 5 de abril de 2015

Se recoge lo que se siembra

Mi nueva acta, publicada en Diario de Almería

 Si alguien solo vio el resultado final entre dos conjuntos igualados a puntos, se preguntaría si algo extraño aconteció. No es normal que ese partido se convirtiera en un fiasco del equipo, para más inri, local y que los visitantes se pasearan sin disputar el encuentro de sus vidas. Sin embargo, todo tiene una explicación; los que seguimos a la UD Almería no debemos extrañarnos del fracaso del que iba a ser la madre de todos los partidos, una de las luchas clave por no descender. Hace justo un año, un 4 de abril, se disputaba en el Mediterráneo otro trascendental envite ante Osasuna. También se perdió, pero en aquella ocasión al menos se reaccionó en la segunda mitad, ante el mismo marcador adverso al descanso. Anoche, ni eso. Como indicaba, es la historia de una muerte anunciada, todos los males acumulados se unieron para ofrecer a los aficionados un deplorable espectáculo, con independencia de la dolorosa derrota. El mayor defecto de nuestro equipo es su falta de mordiente. Esta plantilla no está diseñada para la batalla, no hay suficientes jugadores que garanticen recuperaciones de balón para suplir la escasa calidad de un conjunto de la parte baja. No es solo actitud, también es táctica, porque el concepto defensivo es lo que más se debe trabajar, mientras que el ataque suele estar más sujeto a la inspiración y aptitud de los jugadores. De nada serviría defender como pollos sin cabeza, aunque tranquilos, más bien los rojiblancos parecían medusas flotantes. Si nuestra baza fuera la ofensiva, podríamos agarrarnos a un patrón de juego, a un faro que nos guiara, aunque fuera erróneo. No señor, en ataque se juega al pelotazo y al centro fácil, recurso de los ineptos. Repito, no fue ayer, lo que exhibió el equipo de JIM se vislumbró en jornadas anteriores. Simplemente fuimos a examinarnos (una prueba en casa accesible) y suspendimos con un cero por no estudiar, como si nos hubiésemos levantado a entregar la prueba en blanco a los cinco minutos. ¿A quién culpar del desaguisado? Desde mi punto de vista la plantilla tiene sus lagunas, pero JIM no ha querido dar la vuelta a sus postulados, como si de un calcetín se tratara. Azeez tuvo que jugar en puesto de Thomas, pero el nigeriano disputó el peor partido que le recuerdo. ¿Culpa del mundialista? Más bien diría yo que no se puede tener a un jugador tanto tiempo sin ritmo de partidos, y querer que te solucione la papeleta en 90 minutos. Por supuesto, el centro del campo sigue sin existir al jugar tan abiertos. Los que deambulan por la parcela central tienen menos apoyos para ejercer una presión ordenada. La consecuencia final es que conforme pasan los minutos, esa falta de control y la momentánea derrota, genera tal ansiedad que influye decisivamente en el estilo ofensivo y preciosista por el que este club apuesta. Quedan jornadas, equipos como el Eibar pueden ser cazados, pero si no se le da la vuelta a la tortilla en forma de concepto de juego, la agonía será lenta y dolorosa. Al menos, como nota positiva, si se consuma la tragedia antes de tiempo, nos podrían restar los tres puntos antes del final de liga. 

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